Vandana Shiva
Shiva nació en Dehradun, Uttaranchal, antiguamente parte del estado indio de Uttar Pradesh , su padre guardabosques y su madre granjera, amante de la naturaleza. Ambos apoyaron la lucha de Mahatma Gandhi en contra del colonialismo en la India. Se educó en la Escuela Santa María en Nainital, y en el Convento de Jesús y María, de Dehradun. En 1973 participó en el movimiento Chipko formado principalmente por mujeres para impedir la tala de bosques en el Himalaya, mediante resistencia no violenta.
Mujer vital, valiente, incansable en sus denuncias, es una firme defensora de la agricultura orgánica como la verdadera solución al cambio climático y cree en la necesidad urgente de reforestar el planeta.
Se indigna al hablar de los millones de personas que comen menos y que tienen menos agua para beber, “muchas comunidades se ven obligadas a abandonar sus tierras para que otra fábrica pueda instalarse y miles de granjeros luchan a las afueras de Nueva Delhi contra los proyectos de convertir su tierra de cultivo en zonas urbanas”, matiza.
Vandana denuncia que la economía no tiene en cuenta las cifras clave, “como el número de niños que sufren desnutrición o los kilómetros que tiene que andar una mujer para conseguir agua”. Se siente muy identificada con el líder Mahatma Gandhi cuando afirmaba que los recursos naturales deben ser de dominio público, por lo que el agua no puede ser privatizada ni la tierra monopolizada.
Se indigna al hablar de los millones de personas que comen menos y que tienen menos agua para beber, “muchas comunidades se ven obligadas a abandonar sus tierras para que otra fábrica pueda instalarse y miles de granjeros luchan a las afueras de Nueva Delhi contra los proyectos de convertir su tierra de cultivo en zonas urbanas”, matiza.
Vandana denuncia que la economía no tiene en cuenta las cifras clave, “como el número de niños que sufren desnutrición o los kilómetros que tiene que andar una mujer para conseguir agua”. Se siente muy identificada con el líder Mahatma Gandhi cuando afirmaba que los recursos naturales deben ser de dominio público, por lo que el agua no puede ser privatizada ni la tierra monopolizada.
Vandana dice en su libro Water Wars:
El agua no es algo que se pueda comprar y vender, no tiene precio y por eso no debemos meterla en las redes del mercado. Debemos construir una Democracia del Agua.
Podemos contar con agua para siempre si respetamos los límites del ciclo del agua. Si no lo hacemos, agotamos el agua. La crisis del agua viene porque hemos violado los límites de la naturaleza, no hemos dejado tiempo para que recicle su agua y la limpie. El segundo principio fundamental [para construir la democracia del agua] es que todos los seres vivos, todos los árboles, los gusanos, las personas, tienen el mismo derecho al agua, por lo que esto no puede ser objeto de mercadeo, ya que el mercado es injusto: hay gente rica y gente pobre en el mercado. Si dejamos que la distribución del agua la rija el mercado, tendremos un montón de clubes de golf, piscinas, lugares turísticos, y no tendremos agua para los animales, los árboles, la agricultura o las y los campesinos (Análisis tratado en su libro Water Wars, Las guerras del agua).
https://www.youtube.com/watch?v=sMkXdZQLOwc